El 2008 fue un gran año

pero como pasó muy rápido (fueron nada más que tres cuatrimestres) y me dí cuenta recién, haciendo este inventario. Así que asumo el riesgo de parecer una vieja sorda y en chinelas que cuenta una y otra vez la misma anécdota y me consiento con esta evocación que me permite por un lado sentir que usé bien mi tiempo, y por otro agradecer:

• Al color gris, por resolverme el 80% de mis atuendos y el 100% de mis problemas de daltonismo.
  

• A los pañuelos, por ser a mi cabeza en la playa lo que Lucas es en la ciudad.

• A Lucas, por reconciliarme con mi imagen y ayudarme a aceptarme como soy.

• A mi profesora de danza, por exactamente lo contrario.

• A Mandy Moore, por protagonizar todas y cada una de las películas en las que me emocioné, esperancé y reí, todo en una hora y media.

• Al creador del Ultrastar karaoke, por trastocar profundamente mi sociabilidad y ayudarme, por lo tanto, a descubrir quiénes de los que me rodeaban eran mis verdaderos amigos y quiénes no.
  

• A Benicio del Toro, por ser un motivo tan frívolo como movilizador para ponerme a leer historia de las revoluciones lationamericanas.

• A Javier Bardem, por estar tan bueno como Benicio hace 20 años.

• A Sasha Grey, por cambiar el paradigma del porno y beneficiar, indirectamente, a cientos de mujeres.
  

• A Mi lado B, porque es como un twitter pero sin el tedio de tener que leer idioteces del tipo "mmmmm! comiendo facturitas!!!"
  

• Al kit antiácido+AINE por resolver el 70% de mis borracheras.

• A mi memoria selectiva por ser incapaz de recordar qué fue de mi el 30% remanente.

• A los chicos sub 25, por la energía, caballerosidad y capacidad de remo.

• Al básquet, por contribuir al bienestar femenino con los mejores cuerpos del mundo.

• A todo el que me construyó mitos o me apuntaló fantasías.

• Al que me cumplió fantasías.

• Al princeso, por haber sido mito y destitución de un mito.

• Al Código Penal Argentino, porque si los delitos contra la privación de la libertad no estuvieran tipificados ya me habría robado cientos de bebés.

• A los corticoides, por simplificarme la vida.

• A Josecito sus desopilantes mensajes de texto y por haberme introducido en el fascinante mundo de Lisandro y el Pinot Noir.

• Al Eter club por haberme introducido en el fascinante mundo del jazz y el sake.

• A Solita y Rober, por el club de "chupala, corazón" y todo lo que vino después.

• A Diego, por llenarme el mail de de fotos espeluznantes, links patéticos y música infernal, pero todos igualmente adictivos.

• Al New England Journal of Medicine, por informarme sobre últimas tendencias en medicina pero a a la vez exigir una lectura analítica y concienzuda.

• A la revista Cosmo por algo curiosamente similar: entrenarnos la capacidad de crítica al poner tips del estilo "usá una blusa con volados para disimular tus caderas anchas" con una foto de Victoria Beckham para ilustrar.

• A todos los reposteros de la tele porque fueron los responsables de que mi cabeza no estalle como una sandía en épocas de estudio feroz.

• Al pibe de short, por ilustrar monopólicamente todos los libros de la semiología médica
  

• A mi madre, porque de no ser por su culpa, jamás hubiera descubierto los delicias del psicoanálisis.

• Y a Facundo, por decirme todo lo que ningún hombre se había animado a decirme antes.