Felicidad es también:

1) Que me despierten muy temprano haciendome rodar por la cama hasta caerme al piso (dicho así suena a violencia doméstica, pero de verdad fue divertido)

2) Sunny cantada por Jay Kay (por estar bailándola como una posesa desde que llegué a la oficina aún no comí ni trabajé ni nada)

3) Que se empiece a notar la tolerancia en los efectos adversos de los agonistas B2, es decir poder agarrar cosas y no tirarlas en pleno temblor (igual pase la última media hora bailando -ver punto 2- así que puede ser que haya un enmascaramiento del síntoma)

4) Pesar medio kilo menos (Los puntos 2 y 3 pueden tener que ver, supongo)

5) Encontrármelo al Bocha en la secretaría del hospital, que se cortó el pelo y se parece todavía más a Keanu Reeves (se me agitó un poco el corazón y me puse nerviosa cuando lo vi, pero experimenté la misma sensación con Lucio -un grandote que siempre está todo transpirado- y con la secretaria con joroba, así que atribuí la sintomatología a los efectos adversos de los agonistas B2. Todo esto se contraindice plenamente con lo expuesto en el punto 3, ya lo sé, pero acá Uds. vienen a leer lo que me pasa y no a buscar coherencia)

6) Que el cronograma de mi hospital se haya arreglado mágica e inesperadamente (y que las materias que me toca cursar coincidan, milagrosamente, con las que necesito cursar. Es como haberme ganado la lotería)

7) Encontrar los zapatos de mi vida, o al menos de esta temporada (el que los hizo debe compartir 2/3 de genes conmigo, si no no se explica).

8) Que la cocinera del comedor del trabajo me guarde arroz con leche y canela porque sabe que me gusta y que siempre llego tarde, cuando las alimañas de esta compañía ya arrasaron con todo (y hoy llegué todavía mas tarde porque me quedé media hora inmóvil y embobada en una vidriera con los zapatos del punto 7)