Thursday, February 12, 2009

Mi vida y el capital

Gracias a la obra social Luis Pasteur, a la tarjeta Visa del Banco Francés, a Mónica mi oftalmóloga, a Mariángeles la técnica óptica hoy pude hacerme de dos (dos) pares de anteojos, unos para mi miopía y otros de sol para mis pinguéculas, por menos de lo que me sale ir a comer afuera, 1/2 de lo que pago de expensas o el equivalente a una semana de fotocopias para la facultad.
Igual hay cosas que no entiendo. En artículos de primera necesidad (pan y manteca en mi caso) hay promociones en el supermercado apenas un día (aleatorio) por semana, y las mismas apenas arañan magros descuentos del 10%. En cambio, en antojos de sol podés pagar en decenas de cuotas sin interés, el banco te devuelve un 130% y la óptica te da un cupón por un kilo de helado gratis. Será una política antirecesión? No sé, me desconcierta. Lo último que leí sobre economía era que Keynes decía que estaba bien contratar unos empleados que hagan pozos durante el día y otros empleados que tapen los pozos por la noche.

4 comments:

melquíades said...

Es que no me va a comparar elementos de primera necesidad como vino, lentes de sol y trufas en conserva con fruslerías como leche maternizada, cebollas y aceite de girasol.

Andy W said...

Dios mío chicos, saben la diferencia en el margen operativo de una industria y otra?

melquíades said...

No sé, pero a mí el aceite de sésamo y el vino me parecen mucho más operativos que las papas o la leche descremada, ponéle.

Betty Carol said...

Fin del tema. Ayer la conversación empezó con el concepto de "diferencia" y terminamos amenazándonos de muerte con botellas de cerveza rotas por no ponernos de acuerdo acerca de cuál es el máximo de profundidad tolerable de una charla, pasando por opiniones sobre la legitimación de los derechos humanos , teología y política internacional.
Estoy agotada.